jueves, 9 de octubre de 2014

Bhagavad Gita Capítulo 1, versos 2-3

Bg 1.2
sañjaya uvāca
dṛṣṭvā tu pāṇḍavānīkaṁ
vyūḍhaṁ duryodhanas tadā
ācāryam upasaṅgamya
rājā vacanam abravīt

Palabra por palabra:

sañjayaḥ — Sañjaya; uvāca — dijo; dṛṣṭvā — después de ver; tu — pero; pāṇḍava-anīkam — los soldados de los Pāṇḍava; vyūḍham — dispuestos en falanges militares; duryodhanaḥ — el rey Duryodhana; tada — en ese entonces; ācāryam — el maestro; upasaṅgamya — acercándose; rājā — el rey; vacanam — palabras; abravīt — habló.

Traducción: 

Sañjaya dijo: ¡Oh, Rey!, después de ver el ejército dispuesto en formación militar por los hijos de Pāṇḍu, el rey Duryodhana fue a donde se encontraba su maestro y se dirigió a él con las siguientes palabras.

Bg 1.3
paśyaitāṁ pāṇḍu-putrān

āmācārya mahatīṁ camūm
vyūḍhāṁ drupada-putreṇa
tava śiṣyeṇa dhīmatā

Palabra por palabra:
paśya — mirad; etām — esta; pāṇḍu-putrāṇām — de los hijos de Pāṇḍu; ācārya — ¡oh, maestro!; mahatīm — gran; camūm — fuerza militar; vyūḍhām — dispuesta; drupada-putreṇa — por el hijo de Drupada; tava — tu;śiṣyeṇa — discípulo; dhī-matā — muy inteligente.

Traducción: 
¡Oh, maestro mío!, he ahí el gran ejército de los hijos de Pāṇḍu, dispuesto de manera tan experta por tu inteligente discípulo el hijo de Drupada.

En estos dos versos se pueden observar los comportamientos y la psicología de Duryodhana, quien era un eminente político y diplomático, pero que demostró tener tanta ceguera o más que su padre, el rey Dhritarastra.
Habíamos dejado el verso anterior en la pregunta del rey anciano a su secretario Sañjaya acerca de lo que estaba sucediendo en el campo de batalla de Kuruksetra. Éste informa al anciano rey que su hijo, una vez que ha observado al ejército Pandu situado en el campo de batalla, dirigidos por Dhrstadyumna, hijo de Drupada, padre de Draupadi, esposa de Arjuna. Duryodhana va a visitar a Dronacarya, comandante en jefe del ejército Kuru.

Dronacarya es el maestro en artes militares, tanto de los Pandava como de los Kurus. Ya que los primos habían crecido juntos tras la muerte del rey Pandu, por lo que recibieron la misma formación militar.

Dronacarya era un brahmana ejemplar, y pese a conocer que el hijo de Drupada, Dhrstadyumna, estaba destinado a matarle. Cuando le fue confiado como discípulo lo aceptó. Un maestro acepta al discípulo que es sincero. El verdadero maestro ve todo como una cuestión de deber, liberar al discípulo. Y así vela porque su discípulo cumpla con el suyo. Drona sabía que tarde o temprano debía morir y aceptaba el hecho de que su destino estaba en manos de Dhrstadyumna. Así, él le enseñó todo lo que sabía como al resto de alumnos.

Pero ahora Duryodhana acude a Drona para insinuarle que quizá en su día fue un error tratar a todos por igual, al tiempo que ponía en acento en la predilección que Drona sentía por Arjuna, su más aventajado discípulo.

Duryodhana había realizado todo tipo de esfuerzos para sacar ventaja a los cinco hermanos Pandavas. En el Mahabaratha se cuenta un episodio antes de la batalla de Kuruksetra, donde él y Arjuna acuden por separado a Krisna para pedirle su apoyo para la más que previsible contienda. Era costumbre entre los Ksatryas (Reyes) dar su apoyo militar a aquel otro rey Ksatrya que se lo solicitase primero.

En este caso, ambos, Arjuna y Duryodhana fueron por separado a ver a Krisna para adelantarse el uno al otro y sacar ventaja. Ambos llegaron al mismo tiempo, siendo recibidos por un sirviente que les hizo pasar a la habitación donde Krisna estaba durmiendo.

Duryodhana corrió a situarse en la cabeza, pensando que cuando Krisna despertara sería él el primero de los dos en ser visto, y que eso le daría derecho a hablar primero. Arjuna se situó a los pies de Krisna.

Ambos esperaron hasta que Krisna despertó. Krisna se encontraba durmiendo boca arriba, con lo que al abrir los ojos el primer sitio donde miró fue hacia sus pies. Así le tocó hablar primero a Arjuna, que por etiqueta cedió la palabra a Duryodhana.
Una vez explicados los motivos por los que estaban ambos allí, Krisna manifestó que Él no pelearía en el campo de batalla y desde ese punto de vista no tomaría partido por nadie, pero que podía servir de auriga. Así, podían elegir entre quedarse con Él o con su ejército.
Como finalmente el primero en elegir fue Duryodhana, eligió el ejército de Krisna, quedándose Arjuna con Krisna.
Y es que hay veces en las que una aparente ventaja numérica es causa de infortunio, como más tarde se demostró en Kuruksetra.

Sañjaya intenta alentar al rey Dhrtarastra informándole que una vez están los ejércitos dispuestos, significa que no hay acuerdo posible. Así como que su hijo, tiene de su lado a Drona, así como también al abuelo Bismadeva.

Hay quien puede no comprender el motivo por el que grandes y justas almas como  Bismadeva y Dronacarya se posicionaron del lado Kuru, aún después de manifestar una clara predilección por los hermanos Pandavas. El motivo es muy simple, dependían económicamente de Dhrtarastra y Duryodhana, por lo que no iban a morder la mano que les daba de comer. Ni Yudhisthira ni Arjuna eran reyes en ese momento, por lo que se decantaron por los que si lo eran. Su corazón estaba con los Pandavas, pero la cabeza con el bando Kuru.
Este fue el motivo por el que ni siquiera intervinieron cuando en la asamblea Kuru se intentó desnudar a Draupadi y con ello insultar gravemente a los Pandavas. Ese fue el motivo por el que fueron condenados a morir en el campo de batalla de Kuruksetra, tanto ellos, como el resto de los cien hijos de Dhrtarastra y aquellos que se posicionaron del lado Kuru.




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